Los verdes áureos soñados se abren día,
sueño de un viaje futuro.
Y aquel azul tembloroso entre nubes de papel cartón
se rompen en pedazos de collage
que llueven en un interior ,
que pide auxilio y es ignorado.
Una ausencia irreparable ,
entre panderetas golpeadas a ritmos estridentes
que pretenden evocar el sosiego.
El grito de alegría conmueve la sensación última al vuelo inefable,
tan solo es una excusa para el cuidado propio.
No obstante, duele la realidad del estúpido que no escucha e ignora su entorno.
La soledad va en mí y transita cada uno de mis pasos
tímidamente, sigilosamente, meditabundamente y con miedo.
Un miedo incombustible que me impulsa a la vida ,
a pesar del lloro, y del sufrimiento absurdo.
Fuera, hay algo que me pertenece y que no sé todavía dibujar bien .
Quiero escribirte mil canciones,
con todos tus sentidos,
que sean míos.
Que sean todas para mí.
6/7/2022
Precioso poema, querida Ana!
ResponderEliminar¡Me hace mucha ilusión cuando alguien que no conozco me escribe ( más si es porque le gusta)! Mil gracias JARCENEGUI. Ana
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