CLIENTE PLATINO
Soy cliente platino,
en una compañía.
Queda muy distinguido
Y suena diferente,
¡Vamos!¡Que me siento bien!
Así , de repente:
en una compañía.
Queda muy distinguido
Y suena diferente,
¡Vamos!¡Que me siento bien!
Así , de repente:
- ¿ES Ud. la señora Platino?
- Sí, soy yo - respondo al instante, alegremente.
- Es que por ser platino,
tendrá un trato diferente
y empezaré por adecuar mi registro
mi lenguaje y mi formalidad.
Aunque no me importe un comino
por qué narices llama,
esto es un trabajo
y me exigen puntualidad,
simular empatía
y mucha formalidad.
Y como en cualquier trabajo, señores,
un poquito de frivolidad.
- Disculpe, llamaba por el tema de un abono.
- Sra. Platino,¡no me diga! Menudo disgusto ¿Pendiente tiene esto? No se preocupe, solucionaremos su problema .Dígame nena. ¡Ay no ¡Qué inconsciente! Lo siento, esto salió de mi mente, pero no lo pienso, no soy un indecente. ¿Desde cuándo tiene usted este tema?
- Desde que soy clienta platino. Se me subió el título a la cabeza, no sé…Fue como si hubiera bebido litros de cerveza…Y tanto lo gocé y me creí el platino, el oro, el bronce , la plata… Y resulta que ustedes, al parecer me han tratado cual hojalata … Y no he cobrado mi abono… ¡Menuda mala pata! Es que me creí sus palabras, señor… ¿ Es esto de insensata? Las interioricé tanto…
- Sra. Platino, si usted quiere su abono, tendrá que saltar aproximadamente unos 300 teleoperadores ( educados, correctos, todos ellos , muy vendedores) , seguir y contestar preguntas clave, teclear números dependiendo de lo que decida , responder con tono suave…También mostrar seguridad, con toda la red telefónica, será divertido ya lo verá...
Y esto no se acaba fácilmente. Si conseguimos solucionar su problema , la llamaremos de nuevo, al rato o a los dos días; de sorpresa, para que se quede no helada, sino tiesa. Y nos dé su valoración por nuestro servicio, si ha sido satisfactorio o este proceso de abono ha sido peor que un maleficio.
- Sí, soy yo - respondo al instante, alegremente.
- Es que por ser platino,
tendrá un trato diferente
y empezaré por adecuar mi registro
mi lenguaje y mi formalidad.
Aunque no me importe un comino
por qué narices llama,
esto es un trabajo
y me exigen puntualidad,
simular empatía
y mucha formalidad.
Y como en cualquier trabajo, señores,
un poquito de frivolidad.
- Disculpe, llamaba por el tema de un abono.
- Sra. Platino,¡no me diga! Menudo disgusto ¿Pendiente tiene esto? No se preocupe, solucionaremos su problema .Dígame nena. ¡Ay no ¡Qué inconsciente! Lo siento, esto salió de mi mente, pero no lo pienso, no soy un indecente. ¿Desde cuándo tiene usted este tema?
- Desde que soy clienta platino. Se me subió el título a la cabeza, no sé…Fue como si hubiera bebido litros de cerveza…Y tanto lo gocé y me creí el platino, el oro, el bronce , la plata… Y resulta que ustedes, al parecer me han tratado cual hojalata … Y no he cobrado mi abono… ¡Menuda mala pata! Es que me creí sus palabras, señor… ¿ Es esto de insensata? Las interioricé tanto…
- Sra. Platino, si usted quiere su abono, tendrá que saltar aproximadamente unos 300 teleoperadores ( educados, correctos, todos ellos , muy vendedores) , seguir y contestar preguntas clave, teclear números dependiendo de lo que decida , responder con tono suave…También mostrar seguridad, con toda la red telefónica, será divertido ya lo verá...
Y esto no se acaba fácilmente. Si conseguimos solucionar su problema , la llamaremos de nuevo, al rato o a los dos días; de sorpresa, para que se quede no helada, sino tiesa. Y nos dé su valoración por nuestro servicio, si ha sido satisfactorio o este proceso de abono ha sido peor que un maleficio.
Gracias por su llamada.
