domingo, 18 de octubre de 2015

"Paseos de domingo bajo un cielo encapotado"


Últimamente la ciudad de Barcelona me mira con otros ojos. No sé si está triste, si se ha cansado de mí...No sé qué le ocurre. Yo  todavía encuentro espacios mágicos en ella, fachadas que se presentan resplandecientes en medio de ese Eixamplecuadrado y vistas que , bajo ese cielo lleno de contaminación me sorprenden porque me dan vida, porque hacen que la mire  siempre distinto.  Pero ella no se da cuenta. Todavía redescubro espacios que hace mil años que visito y que vuelto a visitar, pero soy capaz de reencontrármela y de dedicarle la mayor de mis sonrisas o mis sorpresas.
Pero siento que me quiere decir algo. Noto cierto rechazo. Me ofrece diversidad pero a la vez me la quita. No sé, noto que es ella la que me está mirando con otros ojos..."Ya se le pasará", pienso dentro de mí. Porque no va a tener siempre ella la razón con su gesto...
De todas maneras, este fin de semana me ha invitado a salir. Quiere que me vaya, pero que no me aleje. Es un sí pero no". Como cuando tenía 16 años...Y yo no sé si estoy para esto ... Pero es lista, porque justo este fin de semana me ha hecho contemplar zonas cercanas a ella, pero que no son de ella...
Hoy, bajo un cielo encapotado y gris, a punto de llover, un paseo por Gallecs, una buena conversación  y la sencillez de una luz natural, que en la ciudad muchas veces , cuesta reconocer.

"Paseos de domingo bajo un cielo encapotado"


Últimamente la ciudad de Barcelona me mira con otros ojos. No sé si está triste, si se ha cansado de mí...No sé qué le ocurre. Yo  todavía encuentro espacios mágicos en ella, fachadas que se presentan resplandecientes en medio de ese Eixamplecuadrado y vistas que , bajo ese cielo lleno de contaminación me sorprenden porque me dan vida, porque hacen que la mire  siempre distinto.  Pero ella no se da cuenta. Todavía redescubro espacios que hace mil años que visito y que vuelto a visitar, pero soy capaz de reencontrármela y de dedicarle la mayor de mis sonrisas o mis sorpresas.
Pero siento que me quiere decir algo. Noto cierto rechazo. Me ofrece diversidad pero a la vez me la quita. No sé, noto que es ella la que me está mirando con otros ojos..."Ya se le pasará", pienso dentro de mí. Porque no va a tener siempre ella la razón con su gesto...
De todas maneras, este fin de semana me ha invitado a salir. Quiere que me vaya, pero que no me aleje. Es un sí pero no". Como cuando tenía 16 años...Y yo no sé si estoy para esto ... Pero es lista, porque justo este fin de semana me ha hecho contemplar zonas cercanas a ella, pero que no son de ella...
Hoy, bajo un cielo encapotado y gris, a punto de llover, un paseo por Gallecs, una buena conversación  y la sencillez de una luz natural, que en la ciudad muchas veces , cuesta reconocer.

jueves, 8 de octubre de 2015

"Reposo"



             

 Me asiento . En el corazón templado de mujer fuerte por su sensibilidad, por su confusión . Me asiento y lo habito. Así lo siento. En construcción. Completa. Resido unos días para organizar un espacio infinito que poco a poco conozco porque visito, y vuelvo a visitar hasta que lo habito. Sueño que soy forma inmensa, múltiple, inagotable, maleable. Forma y espacio que habito. En mí. Con el reposo de una luz propia en ligero movimiento. Me asiento.


              
Dibujo de : Anabel Linares (marzo-2021)

martes, 6 de octubre de 2015

"Hacer el amor a la cotidianidad"



         

             “HACER EL AMOR CON LA COTIDIANIDAD” de un zumo de naranja, de un café con    una buena conversación, del deseo, del enamorarse todos los días, de la pasión, de las sonrisas incondicionales (y con las condicionales también; ¿Por qué no?), de la tierra que pisábamos, de los caminos habituales y los atajos inesperados ,de  los besos (por supuesto. Siempre y de cualquier tamaño ) , de los ¿qué tal estás?; de los “te quiero mucho” y de toda una retahíla de actos sencillos y simplistas,  que se nos pasaban por alto pensando en las grandes vorágines que esperábamos que vinieran.
Y como con todo eso había que hacer el amor,  había que salir cada día preparado y cargado de preservativos en la cartera, además de con mucha energía.  Porque no  se podía embarazar a esa cotidianidad de cualquier manera,  ni todos a la vez .Pues muy a nuestro pesar, sería ella la que elegiría cuidadosamente y bien su momento para dar el producto de su creación: los hábitos y las sorpresas, con quien ella considerara propicio. Por eso mismo, debíamos representar en esa cotidianidad lo mejor de nosotros mismos. Probablemente seríamos los elegidos. J