Tengo la sensación de no aprovechar los días, y a veces , tampoco la vida. Tal y como escribo esto, me siento mal, pero es así. Puedo decir que de toda la cantidad de pensamientos que llego a tener en un día, gran parte de ellos son aventuras increíbles que todavía no se han cumplido ( que quiero pensar que están por cumplir, pero nunca sé si habrá tiempo suficiente. Y además , nunca lo sabré). De momento esos días, son todavía días desnudos. Días en los que me he propuesto que pasaré de los esbozos a los escritos del blog, pero se ha pospuesto; días en los que no me he ido de excursión pensando que quizá tenía que subir a una cima muy alta y no llegaría y me he ido a comprar algo "que era urgente o necesario"; días en los que no he ido al gimnasio después de tres intentos; días en los que no he acabado el cuadro de collage; en los que no he quedado con amigas que hace tiempo que no veo; en los que no he viajado por miedo, porque había otros motivos más importantes u otras cosas... Días desnudos. Días de estar "en pelotas". Días en los que no me he enamorado por no sentirme mal o días en los que la culpa y el malestar me ha gobernado por dentro y me he dejado llevar por esa inercia. Días de enfado con gente que quieres mucho, días de no decir lo que piensas y dejarte llevar por rutinas que no son tuyas, días que no he empezado a ensayar , días que no he empezado a producir aquello que yo quiero...días , días y más días desnudos...
Desnudos , porque quizá sí que pensaba que aprovechaba al tiempo. Porque entre esos días desnudos, hay uno que te vistes , de colores llamativos y empiezas a ensayar o a subir montañas. Pero de repente se cuelan más días desnudos, y sigues yendo a trabajar , a estudiar, a ver a quién se supone que tienes que ver ,pero muchas veces no a aquellos que vienen recurrentemente a tu memoria... En esos días continúa habiendo pretensiones, y por lo tanto es que son días desnudos.
Los días que uno cree que va vestido, (e incluso le puede pasar como al rey del cuento del "traje del emperador") . Quizá piensa que va vestido con sus mejores galas y ese día ... acaba siendo un día desnudo total, aunque uno misma crea que ha sido un día bien vestido... Al final todo resultará de cómo cada uno interpreta o ha aprendido a interpretar los días , desnudos o vestidos... Estoy convencida que para mucha gente probablemente simplemente el hecho de abrir los ojos le suponga ya un día vestido...Y si lo pienso en profundidad, así debería ser. El hecho de abrir los ojos hace ya que los días se vistan.
Personalmente me gustan muy poco los días desnudos. Algo contradictorio si pienso que a mí la desnudez en sí (de los cuerpos), me encanta. Claro que la desnudez en este caso varía.
A mí me gusta que los días se vistan, del color que quieran, pero que vayan tapados (o destapados, pero con alguna pieza de ropa) . Los días vestidos parecen a primera vista, o al menos a la mía, más apañados, más completos. Hay mucha gente que aboga por los días desnudos, por la sencillez, por la escasez, porque en los días desnudos ,uno simplemente siente conscientemente quién es.
Yo, no me conformo. Y eso es un problema (con su doble cara, por supuesto) . El inconformismo lo lleva a uno a un malestar poco productivo para uno mismo, aunque a veces sea él mismo el provocador de cambios ; y el conformismo lo puede llevar (dependiendo de cómo) a la desidia. Tener días desnudos va bien, si van bien acompasados o intercalados. Tener muchos días desnudos seguidos no sé si es tan bueno. Lo mejor, probablemente como en todo, es saber alternar el vestuario, saber quedarse desnudo cuando corresponde y si uno se tiene que desvestir , saberlo hacer de la manera más elegante ( siempre mejor ,de cara al buen tiempo).
Ana 2/1/ 21
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