El 2018 ha sido un año duro, bastante duro y aburrido. Ha sido un año de opos. Por suerte, puedo decir que he salido airosa de esta partida y que la he ganado. Realmente cuesta creerlo y me ha costado poner todo en orden en mi interior. No estamos acostumbrados a tener premios y cuando los tenemos nos mareamos. Para mí, aprobar las opos, suponía más que “ser funcionaria”, suponía decir basta.
He aprendido que no hay lugar perfecto ,que ese lugar perfecto hay que saber encontrarlo y reposarlo en uno mismo, porque está , pero sí que es verdad, que a veces el exterior, pese a todo nuestro trabajo, puede estropear y se debe poner punto y final. Los cambios ... son buenos, cuando son necesarios. Y es la vida es la que nos suele empujar a hacerlos.
Yo, sigo siendo la misma. Bien, no. Para muchos clasistas, ahora estoy en otra posición. Bien, si el mundo funciona así, "señores lo estoy y por lo tanto me deben tratar con deferencia". (Qué lástima de pensamiento. Pero no me quiero engañar y más vale tarde que nunca. Para muchos, pese a todo ,es así) .
Para mí misma también soy diferente. Quizá no por la etiqueta, pero sí por el sobreesfuerzo que ha supuesto y por el marcar un punto y final (Good bye, Lennin.).
Probablemente, ese no ha sido el mayor premio de este año. El mayor premio de este año ha sido el de experimentar el amor sin necesitar. Un sentimiento calmado, pausado, bueno y que realmente agradezco muchísimo de saber que existe en mí esa manera de estar, amar, tan “sabia” sin sufrir, que hacía mucho tiempo que no sentía dentro de mí. Paz, calma , bienestar, respeto.¡Wow!
El 2018 me ha traído también tumulto, turbulencias, dolor, malestar y angustia, y malditas despedidas inesperadas, que no tocan, porque no tocan, de personas que la vida, te pone en el camino, para que compartas risas, y te des cuenta de que, hay gente con la que te debías cruzar (Qué raro se me hace escribir esto, compañera) .
Parece que la vida según dicen, te da lo que necesitas…No sé yo si estoy muy de acuerdo con esto, que parece de libro de autoayuda, como diría un amigo mío y se reiría.
El 2018 me ha traído el encuentro con gente que hacía mucho tiempo que no veía y que casualmente me la coloca de vecin@, además de darme gran arropo en un momento "curioso". Me ha hecho ver la importancia de los vecinos, en la cotidianidad, la familia, los sobrinos, otra vez, de tener gente buena. Me ha presentado a personas que me aportan calma y me ayudan a verme desde lejos.
Durante las Navidades ha faltado gente que yo quería que estuviera y no estaba. Supongo que nos pasa a todos, y hay que darse cuenta de que exigirle a la vida, es imposible, pero uno no deja de dar rabia ni tampoco de pensar que es bien injusto.
Ha sido un año, en el que he visto que los contratos “equitativos” e “igualitarios” son más que necesarios. Ha sido un año de darme cuenta de que tengo sueños y deseos, viajes, creaciones, etc. que se pueden realizar o no y que será un poco la vida y yo misma,la que se encargue de situarme donde me corresponda. (Pa'lante).
Al 2019 le pediré esa misma calma y ese sosiego interior que he sabido descubrir en mí, disfrutarlo, con mucho amor. La paz. Le pediré creerme lo que veo y aprender a no interpretar. A seguir creyendo en el hacer , en el ser, en el ser capaz de ser, en estar presente ,ahora, porque me ayuda. También pediré algo de creer en lo que no se ve, es decir, confianza y fe para seguir adelante. Esto me lo dijo mi hermana hace poco. También aceptar.
Agradezco el 2019 y toda la incertidumbre que con él viene. (Me "cago", no me voy a engañar).
Agradezco los compromisos entre iguales y la claridad de las cosas. Creo que será mejor si me lo empiezo a tomar así. Agradezco a las personas que se quieren quedar en mi vida, que me lo dicen o me lo demuestran a su manera, que me tienen presente, que aceptan quién y cómo soy , a las que de repente te llaman , te quieren y te dan besos porque sí o porque saben que los necesitas y a ti te encantan. A los que se expresan con pocas palabras y te dicen claramente quiénes son. Agradezco los "ya te llamaremos" , que hacen mucha risa y dicen mucho del desapego (Esto lo diría otro company).
Será difícil aceptar el no saber qué va a venir , sin hacerse cábalas, pero lo intentaremos , si más no.
Agradeceremos aquello con lo que la vida nos apremia y daremos las gracias por la fortuna de tener familia, buenos amigos, de estar vivo, de amar, de soñar , de querer sí, de decir lo que uno quiere, de saber despedirse, y de seguir para delante porque es lo que nos han enseñado.De aceptar quién eres y cómo , apreciando quien te quiere en tu plenitud ,te respeta y aprender a tomar perspectiva de todo , incluso de uno mismo (Porfa, plis) . Ese es el mayor agradecimiento que se puede hacer para el 2019 y al 2018 que hemos pasado.
En 2018 me he dado cuenta de que "menos ,sigue siendo más", y de que hay que bajar las revoluciones y las expectativas de todo y en todos (Poc a poc). He comprendido que me reafirmaré siempre en darle el valor al contenido que hay dentro nuestro ,porque es al fin y al cabo lo que nos crea como personas, aunque el mundo nos diga lo contrario. Justo también por ese motivo intentaré enseñar ,la importancia de las formas, para poder subsistir en el mundo, igual que con los compromisos, empezando por el que tengamos con nosotros mismos.
Daré las gracias a las personas del : Ana ,cariña, cómo estás, quiero verte, te invito a comer,quedamos el viernes cena de pijamas, un cafetito rápido ,sea más positiva por favor, ¿Tú te has visto el pedazo de mujer que estás hecha?. Aquesta paia, Deu n'hi do. O los mensajes de whatsap de mi hermana diciéndome que está ahí.
En el 2019 quiero seguir repitiendo el mantra: Compartir es amar . Y, crear es vida. Os deseo a todos lo mejor y que la vida no nos amedrente .
Gracias 2018. Bienvenido 2019
Ana
No hay comentarios:
Publicar un comentario