Intento robar grandes versos de poetas y escritores,
copiar o plagiar de los mejores,
Yo sé que no es lo correcto,
pero mi deseo es el de obtener el "texto perfecto",
que sea el más gracioso y que refleje gran intelecto.
(¡Poquito "ego"!)
Aun así, no alcanzo la virtuosidad en la escritura,
ni en los giros de guion, ni en su propia ligadura...
¡Y jolín! ¡Qué bellas son la cohesión y la coherencia,
para mostrar, del texto, su hermosura!
No sé qué me pasa...
¿Será quizá mi premura?
¿Falta de chispa? ¿De frescura?
¿O un ataque de realismo absoluto
- debido a la edad-
que me ha robado toda mi locura?
Quizá es todo una propia sensación,
como muchas veces pasa,
aunque yo lo sienta como una maldición
de los astros y del destino,
a los que probablemente "les importe un comino"
cómo y cuánto yo escriba sobre mi perdición.
Coro, por detrás, levantando las manos mientras canta:
- ¡Ojalá que sea eso!
Que venga un príncipe
y que me dé un beso.
Que empiece a escribir sin procrastinar.
Que redacte y enlace armoniosamente
un "montón de buenas ideas", sin parar.
Por lo tanto,
- Sigue escribiendo, allá donde estés,
sin esperar al príncipe o a la princesa,
pon tu mundo del revés
y pon tu cabeza en los pies.
Lee miles de textos
(en todos los idiomas),
escribe y borra sin pretextos,
porque aparecerán las palabras apropiadas
y reflejarás, de nuevo, tu propio interés.
Bendita la obra plagiada y modificada si mejora a la original.
ResponderEliminarUn abrazo, Ana
Un abrazo, Luis. El día que suba a Lesseps te avisaré, que hace tiempo que no voy.
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