Desde mi ventana
ramas que apuntan a un infinito absurdo.
Se enredan entre las nubes,
como brazos que ansían tocar el cielo.
Un invierno insensato
que amenaza con su llegada.
Mientras tanto , se presenta entre
blancas sábanas revueltas.
Se vislumbra el color cálido del atardecer
que brilla en el fondo del paisaje,
como si se tratara de una fotografía
de un libro de impresiones visuales.
Gama cromática de ensueño .
Y yo me despierto en notas de algodón,
con el alma silente.
Y sin querer , veo pasar el tiempo,
con sus colores ,
y mis pensamientos,
con sus ritmos y tonos.
Así es la vida en términos generales. Ni más ni menos...
ResponderEliminar¿Tú crees? Doy por hecho, que lo debes saber tú mejor que yo. ¡Un abrazo, Luis Antonio! Ya sabes que me hace mucha ilusión saber de ti y leerte.
Eliminar