En las venas del agua se refleja mi fragilidad bendita
por un Dios que la vertió ,
desde su fracaso inmenso, en mí.
Abierto a un ápice de esperanza,
con injustificadas creencias y excusas.
Pero al libertad sigue siendo estrecha y angosta, por ese motivo.
Y entonces , opresión opaca, barrera oscura,
ceguedad ilimitada o lucha siempre incorregible.
Dame las luces que ensanchan el alma
para que abracen mi siniestra jaula
y den la voz merecida al grito incesante del SER que soy.
Que el Año Nuevo satisfaga tus deseos, Ana-
ResponderEliminarUn abrazo
Es una lástima, Ana, que hayas abandonado tu blog.
ResponderEliminarLuis Antonio, ¿qué tal estás? Espero que bien. ¡No lo he abandonado! Pero tengo poquito tiempo, así que escribo en el móvil y cuando tengo un tiempo escribo. Tengo muchos borradores y poco publicado durante este año, pero aún no he decaído.
EliminarTe mando un abrazo fuerte.
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